Encantado,
soy Ivan
Ivan sin tilde, porque en Italia es como se escribe.
Y si alguna vez has hablado conmigo en persona y escuchado mi acento, te habrás dado cuenta rápido de que soy italiano. Concretamente de Nápoles.
Aunque te digo una cosa: Donde más en casa me siento ahora mismo no es en Italia, sino en España.
“¡Si lo llego a saber, me hubiera venido antes!”
Eso es lo que pensé al poquito de instalarme en España, primero en la capital y más tarde en Valencia. Y no fue por la paella, ni por la Puerta del Sol, ni por nada material.
Fue por su gente.
Porque, para mí, lo mejor que tiene España son las personas (en serio, ¡es un tesoro que no siempre se valora!). Personas abiertas, acogedoras, proactivas, ingeniosas y dispuestas a hacerte sentir en casa, vengas de donde vengas.
“¡Es que tú ya eres de aquí!”. Me lo han dicho mucho, esto.
La última vez, en Madrid, ciudad donde vivo con mi familia desde 2013 y donde puedes cruzarte conmigo en cualquiera de sus calles mientras visito algún inmueble con clientes de Buenavista Real Estate:
La agencia inmobiliaria que dirijo junto a mi socio Gonzalo y donde disfruto de todo lo vivido desde que en el 94 descubriera que ser inmobiliario era, como decían mis amigos de la época, “exactamente lo mío”.
Curioso, ¿verdad?
Siendo hijo de médico más de uno habría esperado que siguiera ese camino, pero la vida quiso que no pasara las pruebas de acceso de medicina (la vida o el hecho de que fallara a conciencia todas las preguntas del examen para no dar posibilidad, supongo). Tenía clarísimo que no era mi sitio.
Volviendo a Madrid. Al presente:
Si no me encuentras entre inmueble e inmueble, quizás me veas en alguna reunión 1a1 (si eres de BNI, sabrás bien de qué te hablo, pero si no, te lo cuento mejor aquí), que siempre saboreo más en presencial que online.
Quizás porque, a la vez que descubro mil y una historias sobre otros negocios, me da la excusa perfecta para visitar rincones de esta ciudad que siempre tiene algo nuevo que ofrecer.
Madrid, en donde si quieres que algo pase, pasa.
Una ciudad de ensueño para alguien que busca y encuentra casi de manera inconsciente las conexiones entre todo lo conectable:
- Personas con personas,
- Personas con proyectos,
- Proyectos con lugares.
Y en ocasiones (más de las que creerías), de estas conexiones, surge auténtica magia.
Sobre esta magia; sobre reflexiones, lugares excepcionales, vivencias que repetiría (o que no), negocios, herramientas y cualquier otra cosa de las que componen mi mundo, a veces me gusta dejar constancia por escrito.
Te cuento una última cosa: